A mí me gustan cosas bonitas. Me llama la atención la estética de los objetos, las texturas, los colores y los materiales. Cuando tuve en manos por primera vez una copia fotográfica en papel fine art, quedé enamorada.
Los papeles fine art, son compuestos de celulosa, se imprimen con impresoras especiales. No es un proceso químico como el papel fotográfico tradicional. El resultado son imágenes con una profundidad increíble, que aporta mucha vida a la fotografía. Estas copias también son conocidas como calidad de museo. Cuando las tienes en manos y aprecias su nitidez, entiendes por qué.
Estuve buscando mucho hasta encontrar algo muy especial para tí, que como yo, aprecias la belleza en todo. Te enseño mi nova gama de productos fine art y te invito a venir a verlos y tocarlos.
Con esta colección quiero traerte una experiencia sensorial.
Los portfolios en forma de díptico o tríptico son ideales para decorar o para regalar. Una cosa te aseguro: son demasiado bonitos para quedarse en un cajón. Los hay en dos medidas distintas, 21×21 cm y 26×26 cm. La encuadernación en lino es guapísima. Tus fotos preferidas lucirán estupendas con esta presentación. Tener este portfolio en manos significa apreciar las fotografías con todos los sentidos.
La caja portfolio está hecha con el mismo acabado que los portfolios y comporta entre 10 y 20 copias fine art montadas en paspartú. En estas últimas fotos se aprecia la textura del papel fine art que se parece un poco a un papel de acuarela.
